Aunque suene contradictorio, el placer mas grande de navegar hasta el Este, es volver. Porque siempre, casi siempre, te garantiza navegacion franca y seca en la que se puede, ademas de navegar, comer, beber y descansar.
Con ésta perspectiva, tomamos el buquebus (me encontre con Sonia y la encantadora Dominique ) el jueves a la tarde para, a la noche, comer toda la tripulacion junta. Somos cinco, Miguel y Bochi tuvieron que suspender.
Pronostico favorable. Vientos del Segundo cuadrante. Planeamos salir en la manana del viernes y entrar en Buceo a la tardecita y al dia siguiente, de nuevo temprano directo a Olivos, hogar dulce hogar del Sagitarios. El unico ruido al plan es el problable viento fuerte del S / SE que si se da, impediria la escala en Montevideo y nos obligaria a una navegar sin escala.
Con las compras hechas y despues de CUATRO TRAMITES (Hidrografia, Aduana, Migraciones y Prefectura), en CUATRO oficinas diferentes juntamos todos los sellos necesarios como para no ser ilegales navegantes.
Las primeras millas nos tartan bien, tanto que Raul, el gourmet de abordo, prepara una copa de camarones y aguacate, adornada con apios, verdeos y tomatitos. ESPECTACULAR!!!
Obviamente, lubricada con buen tinto..
Pasamos al traves de la plataforma petrolera que instalaron enfrente a Piriapolis. No nos acercamos demasiado. Seguimos con viento franco disfrutando.
Con el correr de las horas, y como suele suceder en verano, en un dia mas o menos despejado, la brisa se hace viento, la mar llana se encrespa y las olas nos empiezan a hamacar.. un rato mas, y pasamos de full mayor y genoa, a dos manos de rizos y unas cuantas vueltas de enrollador en proa.
No perdemos una decimal de nudo y el Sagitarios va mas comodo.. y nosotros tambien.
Anochese, seguimos en navegacion franca y ahora el viento silba cuando pasa entre los obenques. El capi aclara que cuando esto pasa sopla Fuerza 7 (*)
Ya pasamos Isla de Flores con su poderoso faro, uno de los mas lindo de Rio de la Plata, y se ve muy claro Montevideo. Arriamos toda la mayor y le damos mas vueltas al genoa. A ésta altura es un poco mas que un tormentin.
El cielo esta tormentoso, lugubre y oscuro, miramos hacia la costa y parece una noche de “ciudad gotica”.
El barco va muy liviano de timon. Me toca llevarlo y hago lo mismo que cuando paseo con una dama: cuando me tira de la mano, no discuto ni forcejeo, la acompano, la dejo ir. Cuando afloja la traigo de nuevo a mi camino.
Tenemos todo lo que queriamos, viento franco y velocidad. El GPS guarda un record de 11.3 nudos. Recuerden que vamos solo con un trapito en proa y que se trata de un Victory 34.. Que Barco!!!
Miro el cielo unos instantes y me imagino a DIOS diciendo: “querian viento franco?? Bue, ahi esta!!”
A la manana ya estamos a la altura de Pto. Sauce, pero bastante lejos de la costa, al punto que apenas distinguimos el enorme edificio de la papelera nacional. Quedan unas 60 millas. Sopla menos, seran 20 kts.. y la ola ya no es de mar. soltamos mas vela y no bajamos la velocidad. Y la navegacion es muy placentera.
Y sucede lo que siempre sucede cuando la navegacion ES placentera (disculpen la redundancia), hora de comer y beber. Mas vinitos, unas mortadelas, pate, pan y queso. Ah, y unos tomatitos cherries que sobraron de ayer y unas galletas marineras.
Mas tarde vemos la antena de Colonia, tambien desde lejos, y milla a milla nos acercamos a Buenos Aies. Cruzamos el Mitre por el pilote 7 con el viento que no merma y, en popa redonda, “orejas de burro” o assa do pomba (como le gusta decir a Sergio “Marcopolo”), nos ponemos a tiro del Puerto de Olivos.
Arribamos sin novedad, con un monton de corchos sueltos y vidrios vacios.
Con un poco de mareo de tierra caminamos hasta la Prefectura para “ingresar” al pais.
La familia nos viene a buscar y mientras la esperamos, brindamos otra vez por la regatta.. por el crucero.. por navegar!!!
Ultima: saben porque Sagitarios en plural??
porque se le antojo al dueno..
Gracias Sagitarios por otra regata a puro viento. Gracias Elaghaka por otro relato conmovedor. Sebas
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