elaghaka: Regata Buquebus - Una Chirlata para volver

Los cinco confirmados, cada uno a la hora prometida, fueron embarcandose despues de haber cumplido con el despacho en prefectura la noche anterior.

JC, JB o San Juan, Marcopolo, el BB (devenido en San Kayetano) y yo, largamos el viernes a la 1800 hacia Punta del Este a bordo del Pleamar en el primer viaje a aguas saladas despues de la restauracion.

Dadas las condiciones meteorologicas, repetimos la estrategia de la edicion anterior, que junto con Marcopolo ganamos juntos, con la tripulacion del Sagitarios, es decir, nos quedamos del lado Argentino y poco a poco se nos fue prestando para amanecer ya rumbo directo al E.

En las primeras horas de la tarde del sabado, junto con la llegada de un violento frente del S, todo cambiaria radicalmente arriba del barco.

El fuerte viento de traves y la ola cada vez mas espesa, hace que empecemos a hacer agua. Cuando digo “hacer agua” no me refiero a esa tipica sentina mojada de los barcos de Madera que tienen mas de 50 anos de servicio, y que una bomba electrica achica en minutos, digo AGUA, agua que no podemos controlar y a la que se suma la bomba de achique principal flamantemente quemada..

Con este panorama, ya arriada la mayor para sacarle esfuerzo al casco, evaluamos, de acuerdo a nuestra posicion que es lo mas conveniente.

Le comento a Marcopolo mi decision entrar en Buceo, estamos a solo 6 millas, y su espiritu deportivo me advierte que haciendo eso abandonariamos la competencia..

Todos de acuerdo, con la decision tomada, , todos excepto el timonel achicamos. Achicamos con baldes y logramos mantener el nivel de agua.. y hasta bajarlo.

Pese a la ola y el viento, a palo seco navegamos bien y avanzamos a fuerza de motor.

Todo esto sucede mientras que radialmente tomamos contacto con Buceo y donde nos confirman que estan preparados para recibirnos. Pedimos permiso para entrar sin hacer llamados de emergencia ni solicitando ayuda.

De todas formas, Varela el intendente de YCU que modula del otro lado, nos “invita” a ir directamente a la pluma.

Y asi fue. Arribando al varadero una “multitud” de empleados del club, marineros, personal de prefectura, ADES y curiosos voluntarios, nos ayudan en la maniobra, y en un rato el Pleamar saca el casco del agua para descubrir su fondo averiado.

Fin de regatta..

Ahora, nos damos una buena ducha, comemos, descansamos y manana replanteamos el viaje.

El domingo a la manana, sin actividad en el varadero, nos vamos a pasar el dia a punta del este y de paso, tratar de conseguir contactos de gente que nos pueda arreglar el barco.

El lunes a primera hora, siguiendo los consejos de algunos viejos lobos de mar amigos, estamos golpeandole la puerta a Rosendo, uno de los pocos carpinteros navales de Montevideo, quien revisa el casco y nos da la tranquilidad de que esta todo bien, que solo se aflojo el calafate, nos recomienda de todas formas hacer una “chirlata” para que muerda mejor el pavilo.. antes de irse, nos felicita por el estado en que esta el Pleamar..

por aca hacia AGUA!!

A la tarde del mismo lunes, logramos que Humberto, Alberto, o vaya saber cual su nombre verdadero, se siente en “la mimosa”, agarre el gancho y el maso de Madera y empiece a abrir la costura aflojada.

Todo va bien.

De todos, arreglar el calafate es solo parte de lo que nos ocupara la semana. Tambien tenemos que reponer bombas de achique, hacer tramites y protesta de mar en prefectura, notificar al seguro, recibir al perito, etc. etc..

No todas son desgracias.. despues de ir a prefectura, nos metemos en el Mercado del puerto y sentados en la barra de un puesto nos deleitamos con un pescado a la plancha y una cerveza helada.

La tarde del martes ya esta casi calafateado el barco. Solo falta masillar, pintar y lograr un turno en la pluma para botar el barco. Esto no es tan facil, ya que hay una lista larga de socios que quieren ir al agua para no perder sus amarras veraniegas en punta del este.. Con este panorama y con la confirmacion que el viernes nos hacen un hueco, decidimos irnos a visitar la familia.

El jueves a la manana, ya de vuelta en Buceo, terminamos todos los tramites y compras, e intalamos la bomba de achique nueva, y armamos una mas de back up. Ordenamos, limpiamos, sacamos y secamos todo lo que tiene humedad.

El Pleamar brilla nuevamente. El barco ordenado transmite seguridad y tranquilidad. Hemos hecho desaparecer el caos visual, tipico de barco en varadero..

YCU desde el dormy

Viernes a la manana, finalmente vamos al agua. Es un momento muy deseado, pero extremadamente estresante.

El barco empieza a bajar y se me cierra la garganta. Ruego que no haga agua, aunque racionalmente se que un poco hara hasta que las tablas hinchen y se selle... para ayudar a que esto suceda, me tiro al agua y “buceando” paso aserrin por las costuras arregladas (consejo de un Viejo amigo y de un amigo Viejo). Santo remedio. Pleamar flota y no hace agua.

El edificio Pa Panamericano

LLega Marcopolo, que con un “si o si cuando sea” exigio formar parte de la vuelta y juntos una vez mas salimos a navegar los tres.

Nos conocemos mucho. Hemos zurzido el rio del derecho de del reves juntos.

Las regatas crucero en el Sorba, Junco II, cuantos cruces en el Marcopolo.. merecemos una revancha a este fallido con el Pleamar.

La noche del viernes nos despedimos de Buceo con un pescado y unas cervezas en el restaurant de yacht.. y ante la ausencia de San Juan, oramos por Sanka yetano pidiendole Buenos vientos y mar llana..

Buceo de noche, desde el dormy del YCU

El sabado despues del mediodia, salimos junto con Sagitarios que tambien vuelve.

El cerro de Montevideo

Navegamos casi encalmados del N a motor. Mas tarde suave W y a la noche sube el barometro y entra un S. a la madrugada, va al E y ahi se establece en F5/6. Popa redonda con ola de Popa. Vamos con genoa solamente, volando. Lo mas importante, la sentina seca.