martes, 25 de febrero de 2014

Navegando el Sudeste 2014 a Rio Grande do Sul. Rayos sin Centellas

Les comparto un fragmento de "Las Marinadas con Rayos y Centellas" de Viki Agote, en las que relata lo acontecido en la ultima edicion del "Navegando el Sudeste 2014"
...La tercera es reciente, regresando con el CEJO 2 de Río Grande do Sul, noche de perros, con diluvio y actividad eléctrica sobre nosotros con rayos cayendo por doquier.
De repente uno da sobre nosotros, produciendo un ruido (trueno?) muy fuerte en la cabina. Oscuridad total, ninguna luz. - Sale humo del tope del mástil – dice Fernando que está sentado a mi lado en el cockpit. Linterna en mano, notamos que el piloto no funciona mas, con el eje totalmente contraído. Estamos bien, y Ricardo que dormía
“como expediente” según su decir, pregunta ¿que pasó? mientras trata de desenredarse del violín de la cama. Fernando entra y avisa: estamos llenos de agua, busca en el baño y avisa que el agua está entrando desde el mamparo de proa. Me tiro adentro y le pido que baje velas. Levanto la tapa encima de las tomas del inodoro y veo salir un chorro de la salida de 1.1/2 “ del WC mientras la esclusa con su manguera en una punta está suelta. Pongo la mano encima del chorro y lo paro facilmente: no hay presión ya     que  la columna es de pocos centímetros. Lo primero que hacemos es achicar: uno con el balde y el otro con la bomba del cockpit. Mientras espero los resultados miro la balsa casi con cariño (balsita querida...). El agua baja; no hay otra vía. Quiero tapar el agujero y revuelvo entre el agua y las cosas que allí se encuentran hasta que agarro el tapón tirando del piolín, lo rompo. Trato de meterlo en el caño y no entra. lasa indicaciones de avería dicen que con un cuchillo desbastarlo. Se nota que quien preparo estas reglas de seguridad estaría sentado en su escritorio. Yo estaba con la tapa de la cama sobre mi espalda y cabeza, con una mano tapando el chorro y la otra sosteniendo el espiche y la otra sosteniéndome yo y la otra....
Me ilumino y pido la cuchara de madera que tiene roma la punta y trapo amarillo. Cuando me lo alcanzan envuelvo la punta de la cuchara y haciéndola girar voy “atornillando” trapo dentro del caño que sobresale. Luego con un destornillador lo apreto mas hasta terminar con la vía de agua. Así recorrimos 370 millas sin electricidad ni instrumentos hasta llegara buen puerto. Solo linternas y un GPS del que afortunadamente teníamos pilas de repuesto.
A partir de ahora, tendré e una bolsa 2, 3 o 4 espiches de madera, no cónicos y trapo,
en el lugar donde están los otros elementos de seguridad, aunque dudo que sean tan perfectos como lo fué la cuchara, que espero continúe prestando los servicios para lo que fue concebida.

No hay cuarta y espero fervientemente no tenerla.
 Eso si, en nombre de Ricardo Burnichon y el mío queremos informar a nuestra tripulación habitual que habiendo recorrido con nosotros algo así como 40.000 millas
            Hugo Novaro
            Jorge Jáuregui
            Hernán Ferrari
            Juan Miguel Prats       
            Fernando Bertrán
EL CEJO NO CEJA


Cordialmente

Viki Agote (CEJO 2)

Marinada Completa en Revista Barcos

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