viernes, 1 de abril de 2011

NAVEGANDO EL SUDESTE - Conserva al Parana Mini

Con un cielo plomizo y un E que pronostica lluvias, después de intercambiar opiniones sobre la conveniencia de salir, ponemos manos a la obra, mas bien, manos a los bolsos y comenzamos a cargar barcos y personas para cumplir con el plan de esta nueva edición de  Navegando el Sudeste  rumbo al Paraná Mini, a la sede del Club Motonáutico Argentino.



Con el agua en 2 mts. Tenemos garantizado el paso por el recorrido corto,  es decir, Lujan, Vinculación, Capitán, Paraná de las Palmas, Capitancito, Aguaje del Durazno, Bajos del  Temor, Chana, Paraná Mini.


Así partimos con El Pleamar con su camarote de proa repleto de bolsos, bolsas de dormir, carpas y demás vituallas devolviéndole esto, su condición original de panol.  La cubierta y resto de cabina regada de niños integrantes de la escuela del club.  En total, somos 15 más el perro.. que no va a la escuela!!!



Durante la navegada, algunos, sobre todo los varones, ofrecen sus servicios de buenos timoneles.  Algunos, van “cantando” la lectura de la ecosonda.  Otros, cumplen con el acto “protocolar” de darle un bocinazo a todo barco que se nos cruza.  El grupo de las chicas arrancha en la proa, todas juntas, y charlan y charlan.


Vamos a la par del Territa.  Mientras navegamos el Aguaje el Durazno nos abastecen “en vuelo” con una bandeja repleta de sanguchitos y además trasbordamos a Belencita, el tripulante Nro. 16.


Ya en el Chana nos vienen a recibir Alfredo y Quique.  Los chicos, que me habían puesto hora límite para llegar, se ponen contentos y festejan con mas bocina.
Una vez amarrados, somos 7 veleros más 2 lanchas.  Una veintena de chicos y otros tantos grandes, distribuidos en los barcos y en carpas.


Todos ayudan a armar las carpas!!

A la noche comemos todos juntos y celebramos el cumpleaños de Fran, con torta, velas, aplausos y besos..


El sábado nos despierta temprano con un fuerte chaparrón que lava las cubiertas.  Mientras tomamos unos mates espiamos por el tambucho como el viento cambia y empieza a limpiar el cielo.  Un rato más tarde, debido a esa misteriosa ciencia-arte llamada meteorología (que creemos dominar  y poder predecir)  tenemos un hermoso día de verano.   Apostamos contra la ley de Murphy y ganamos!!!

Las carpas armadas adentro del teatro para evitar la lluvia que vino

Salimos con la lancha de Alfredo, con todos los chicos a navegar y andar en kayak por el “Mini” y nos metemos por el A. Tuyu paré.   Se suman 2 auxiliares más.  Los chicos (y grandes),  experimentan los efectos de esa famosa frase tantas veces repetida “remar contra la corriente”.  El Mini baja a 2 nudos,  hay que palear duro para ganarle..  Boga!!! Boga!!!



Como de costumbre,  por tratarse de un grupo pistero y competitivo, se arman los primeros desafíos, largándose la primera regata en kayak entre instructores. 

Maru no encuentra la escota.  Fran cargo 98 octanos..

Más tarde Fran desafía, insistentemente,  a un padre (del que preferimos reservar su nombre)..  y este no puede con su espíritu y cae en la trampa.  La diferencia entre ambos,   fue la misma de medir la performance de un noble Bries de la década del 60 con un “noventoso” Mach 30!!  Ni el hándicap más generoso puede compensar esas diferencias..   de todas formas, los resultados de dichas competencias quedaron resueltos en forma secreta en la cabina de uno de los barcos, cerveza mediante..



Cuando volvemos al motonáutico, nos espera un gran asado a la sombra de unos plátanos a la vera del rio.   Ocupamos 2 largas mesas invadiendo, sanamente,  las instalaciones. 


Después de una larga sobremesa, encaramos la vuelta por el camino largo, es decir, remontando el Mini, de la Serna, Paraná de las Palmas, Honda, Orión, Vinculación y Lujan.   Las ultimas millas las hacemos de noche, en conserva con Príncipe Errante y Territa.

Naipes, dados y hasta gallito ciego en la cabina del Pleamar!!


Otro Gran Fin de Semana de 

Navegando el Sudeste!!!

1 comentario:

woodensailboats dijo...

Estimado: tengo ganas de navegar por esa zona con mi barco, un Titán, que cala 1.30 con orza arriada. ¿Es posible llegar con ese calado? De ser así, ¿con qué altura recomendaría entrar a la zona? Muchas gracias desde ya. Saludos cordiales