Toda regata que consta de un ir a virar una marca y volver por la misma ruta, supone o hace esperar, una pierna, cualquiera de ellas, buena y otra mala, una pierna en contra y otra a favor, una favorable y otra desfavorable.
Pero no!!
Cuando todo esto depende de los caprichos de Eolo, Meteo, la Luna y de la perversidad de lo inanimado, esas suposiciones logicas, basicas y lineales no son aplicables.
Asi que convencidos de lo primero, fuimos inocentes victimas de lo segundo.
Yendo a lo sucedido en la regata, con unos 18/20kts de frente y bastante ola, a 2 minutos de largar empieza el "baile". Y la primer nota, desafinada, la da una burda que explota. Entonces los 5 tripu, 3 en la banda remojandonos con las olas q nos pasan por arriba, y 2 en el cockpit llevando el barco lo mas suave posible para que el palo no se vaya de mambo en un pantocazo, vamos bajando el rio hacia el km 19 y de ahi zurziendo hacia Artilleros.
En el "entretanto", tomamos rizos, bajamos My, ponemos la de capa, rompemos vang, volvemos a poner My rizada, rompemos molinete de maniobra.. ah! se nos (me) vuela una driza, se nos va un genoa al agua.. en fin.. movidita la noche hasta las 4:30 cuando viramos la marca y magicamente (o logicamente) todo lo que mojo, seca, todo lo que hubo que risar se suelta y todo lo que hubo de adrizar, se adriza solo.
Pero como dije al principio la logica importa poco, porque la popa rapida y entretenida con la que volvemos dura apenas una hora y esa calma que estaba pronosticada para la tarde se adelanta unas 12hs y nuestra ETA, paciencia y animo se empiezan a desvanecer tan lento como lento avanzamos..
Despues de 8 horas de calma, de flotar, de boyar, de ser invadidos por los "bichos de la calma", el Capi ofrece un manto de piedad a la tripu y somete a votacion la decision de abandonar o seguir en regata. Consultadas las intrucciones de regata y no habiendo tiempo limite de finalizacion, aceptamos estoicos el destino y decidimos aguantar hasta que la calma se canse de nosotros.
Por suerte o vaya a saber por que designio, maleficio o en este caso beneficio, a medida que el cielo se despeja y el rio empieza a perder su tinte aceitoso, una briza nos llega. De a poco se va haciendo el viento. Ya tenemos velocidad y Volvemos a navegar!
Por fin viramos otra vez la 19 y en cuenta regresiva de boyas disfrutamos de una tarde repentinamente encantadora, de unas cervezas bien frias y de unas culturosas rimas recitadas por nuestra proela.
Fin de regata. 80 millas en 24:06 hs. Algunas veces la satisfaccion esta en haber ganado, otras en el simple hecho de haber llegado.
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