‘‘Yasi’ tiene la isla en máxima alerta. El ciclón alcanzó las costas del norte de Australia con vientos de hasta 290 km/h, que arrancaron los techos de varias viviendas e interrumpieron el fluido eléctrico. Los daños se han centrado sobre la línea costera del estado de Queensland, donde los fuertes vientos han dado paso a inmensas olas. La situación es potencialmente desastrosa, pues esta región australiana aún se recupera de las inundaciones de finales del año pasado, que dejaron 35 muertes y pérdidas materiales por más de US$5.600 millones.
El ojo del ciclón tiene un diámetro de 35 km y su área es comparada con la de la totalidad de Europa. Los cuerpos de atención de emergencias advirtieron a la gente que no pudo salir de la zona que la mejor manera de protegerse es permanecer en sus casas, en un habitación segura con víveres y un radio. “La gente tiene que saber que el techo de sus casas puede levantarse. Pero esto no afecta la estructura de la casa”, declaró Ian Stewart, coordinador de atención de catástrofes de Queensland.
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