Recien llegado de
mis vacaciones puntanas, apenas tuve tiempo para cambiar bolso y reemplazar botas
de trekking por nauticas, y hacer los ultimos arreglos.
Asi las cosas, el
viernes a la manana me voy a llevar el Pleamar a DN. Con
Josef. motoreamos un par de horas en un del Plata con resaca de
sudestada, muy sucio, esquivando ramas, bolsa de plastico, troncos y todo tipo
de basura.
Reunion de
timoneles a la noche, rol en prefectura y la tripulacion se despide por unas
horas hasta la manana siguiente.
El Sabado YCA
Darsena huele a barniz y a madera. Muchos
mastiles de pino, muchas drizas de cable y muchos cabos retorcidos como los de
antes.
largamos despues de un par de llamadas de
inteligencia, con un N que nos enpuja al
SE a virar el Km 14 y despues 19 buscando aguas "profundas" para los
barcos que calan mas.
Despues, un borde
de veintipico de millas donde el viento se empezo a ir y poco a poco a desaparecer, dividiendo la flota entre los
que zafaron y llegaron, y los que
quedaron presos en los bancos de calma y no pudieron arribar.
Nosotros,
intentamos pero vimos como la linea se esfumaba cuando el reloj marco las 19.00
quedandonos sin posibilidades..
Ya de noche, con
la maquina que se negaba a refrigerarse, optamos por ser remolcados por el ZORZAL, que venia desde San Nicolar y
que no conocia la entrada, sumado a ello, que las dos balizas de las escolleras
estaban fuera de servicio, gustosos nos ofrecieron un cabo de remolque a cambio
del "servicio de practicaje".
Por suerte, era
una noche agradable, calma y luminosa, y ademas conocemos el camino de entrada desde la epoca
en la que las escolleras estaban sumergidas.
una vez
fondeados, mientras la cocinera cocina
unos super spagettis al tuco, el mecanico desarma y arma mangueras probando el
circuito de aguas del motor, el resto adujamos cabos, movemos bolsos y encaramos la sagrada "maniobra" del
descorche de unos tintos..
No habiendo
podido con el motor, despues de dormir hasta las ocho, el BB (oficial mecanico) deglute un desayuno
e insiste con los canios, la purga del circuito, etc, etc.. La cocinera Josefina se convierte en oficial
administrativo y se cuelga de una rama de un arbol para bajar a tierra y
cumplir con la presentacion del rol.
Marcopolo y yo, le damos al mate y colaboramos cual cuadrilla de vialidad
nacional, aconsejando y dirigiendo y por
supueto, tambien ayudando al BB..
Mientras, vemos
barcos varados por todo el arroyo, algunos embicados, otros al intentar
moverse.. algunos pocos podemos salir, porque tanto esfuerzo valio la pena y
finalmente, el escape larga agua y reuperamos la funcion del motor, que ademas
de propulsion es la usina que nos carga las baterias.
La alegria no
dura mucho porque en la boca del arroyo, el motor vuelve a fallar.. al mismo
tiempo se posterga la largada. Evaluamos
que hacer y decidimos no correr y volver a Buenos Aires, hacer revisar la
maquina y volver el proximo fin de semana.
Pasadas las 1pm estamos al traves de Colonia, pasamos por arriba del banco de Pescadores y zondamos profundidades de 1.9 mts. La bajante es Muy grande, en las dos costas, por lo que no tenemos apuro.
Con muy suave viento franco volvemos
lentamente, cocinando, comiendo, descansando para recien casi a media noche
tenemos agua para llegar al Sudeste.
El ojo de la fotografa
Fotografias: Josefina
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